Nuestra posición en la empresa está determinada por factores, fundamentalmente la estructura de poder, que no están totalmente en nuestras manos pero de los que tampoco somos totalmente ajenos. Todos los cambios, incluso las degradaciones dentro de ciertos límites, pueden ser un éxito personal a corto plazo. A largo plazo el éxito se basará siempre en el rigor con que desarrollemos nuestra visión personal, su alineamiento con la empresa con la que trabajemos, o proyectos que decidamos abordar, y con la gestión efectiva de nuestras redes de apoyo y de influencia. Compartir en: